Con una importante trayectoria en el mercado de la tecnología móvil, las tarjetas SIM se embarcan en su última gira de despedida. El reemplazo de estas famosas tarjetas ya está aquí esperando su debut.
En el mundo móvil las tarjetas SIM son verdaderas protagonistas que saltan a la acción con cada cambio de equipo. Hasta ese inevitable momento, permanecen en su letargo en el habitáculo interno descansando dentro del celular.
Cambiar una tarjeta SIM se ha transformado en una acción obligada y habitual para quienes probamos y testeamos equipos periódicamente, amén de las complicaciones que puede traer sacar las bandejas donde se alojan las mismas. Aunque algo resistentes, esta metodología suele ser algo más cómoda que la vieja técnica que requería desmontar medio equipo para alojar la tarjeta SIM detrás de la batería.
Todas esas épocas de cambio y reemplazo de tarjetas están por terminar dado que la nueva norma eSim está a la vuelta de la esquina, pero no nos apresuremos, a continuación un viaje por los inicios y evolución de este clásico aún vigente.
Miniaturización
Las tarjetas SIM vieron el amanecer con la llegada de las redes GSM de telefonía. Si desglosamos sus siglas nos encontramos con que, en español, quiere decir Módulo de Identificación de Abonado, definiendo así su principal propósito: almacenar los datos y número del abonado.
Estas tarjetas son un claro ejemplo de una de los objetivos actuales de la tecnología digital, microchips y memorias: la miniaturización. En su historia, el estándar SIM ha pasado por los laboratorios en varias ocasiones, reduciendo su tamaño en cada ocasión.
Aunque parezca poco probable, la primera tarjeta SIM tenía el tamaño de una tarjeta de crédito. Luego fue el turno de la reconocida y aún vigente en teléfonos con algunos años: la Mini SIM. Años después el estándar Micro SIM comenzó sus andanzas equipando teléfonos de gran reputación como la familia Galaxy S de Samsung, Xperia de Sony y G de LG, además de celulares Hauwei, Xiaomi, Alcatel, Motorola, entre otros.
De nuevo en el presente, la mayoría de los teléfonos soportan tarjetas Nano Sim, carentes de plástico en sus bordes reduciendo, así, su tamaño. Además de almacenar la información del cliente, las tarjetas SIM son, usualmente, utilizadas para guardar la agenda telefónica. Las mismas tienen acotados recursos de almacenamiento que van desde los 2KB hasta los 128KB en los modelos actuales.
Nuevo estándar
Como decíamos al comienzo de la nota, las tarjetas SIM están transitando una larga despedida. El motivo es la nueva tecnología eSIM, un sustituto más acorde para los tiempos que corren.
Las nuevas eSIM son “tarjetas” electrónicas y virtuales que tienen como objetivo el reemplazo de las viejas tarjetas físicas. En rigor, se trata de un pequeño chip que se instalará de fábrica en el interior del terminal que se haya adquirido permitiendo, la misma, almacenar diferentes operadores de telefónica móvil aunque solo se podrá tener activo uno a la vez.
La principal ventaja de las nuevas eSim es que eliminara por completo y de una vez los altos costos que supone el roaming. Al ingresar a un país extranjero, los valores de las llamadas suelen sumar números exorbitantes en las facturas mensuales. Ahora, con este nuevo sistema, se podrá utilizar operadores locales y por ende pagar tarifas locales en vez de internacionales.
El nuevo estándar ya está sobre ruedas dado que tiene el apoyo de empresas líderes del sector de la talla de AT&T, Deutsche Telekom, Telefónica, Vodafone, Orange o Docomo, y fabricantes como LG, Samsung y Sony.
La pregunta ahora es ¿Cuándo llegara al mercado este nuevo estándar?, para responder esta pregunta podemos tomar como referencia a la revista Forbes quien asegura que los primeros dispositivos que incorporarán en su interior una eSIM, y no la SIM física convencional, será el iPhone 7 de Apple y el Galaxy Note 5 de Samsung.
Contras
Los beneficios de contar con una eSIM son muchos y los hemos enumerado, pero las contras no son difíciles de imaginar. Al cambiar un equipo nos espera por delante un trámite para cambiar nuestro plan de abono a una nueva terminal mientras que, en la actualidad, basta con sacar la tarjeta SIM del viejo celular para ubicarlo en el nuevo Smartphone.
En tal sentido, solo cabe esperar que las operadoras agilicen tales procesos de cara a mejorar la usabilidad en los futuros móviles.