Sí es posible. El equipo de Giphy lo demostró cuando sacó una facturación sobresaliente de una simple idea que empezó con una reunión en la recepción informal en un estudio de Los Ángeles. La idea fue juntarse a ver la entrega de los premios Emmy y vean lo que pasó.
Que levante la mano aquel que no quiera hacerse de unos cuantos millones de un momento a otro. Eviten la participación aquellos que piensan que esto ocurrirá mágicamente, hay que tener ideas, una buena idea, y que resulte. Veamos cómo los creadores de las ideas más cortas de duración, no más de seis segundos, lograron convertir ese lapso de tiempo en una empresa millonaria.
Durante la entrega de los Emmy muchas personas eligen reunirse para ver el evento en compañía, comentar y criticar los distintos momentos. Los empleados de Giphy, la app más popular que reúne GIF y pegatinas animadas, se juntaron en la recepción del estudio que tienen en Los Ángeles, en donde un amplio sillón ofició del lugar más cómodo para visualizar todo en una pared cubierta por pantallas planas. (Esas mismas pantallas son las que muestran sus producciones durante el día).
No sería una reunión cualquiera con cervezas y pochoclos. Estos cerebritos tenían una idea, esa que les comenté más arriba que si sale bien la historia se vuelve a contar repetidas veces como un GIF. Ellos, con sus laptop en las rodillas, estaban preparados para convertir la entrega de los Emmy en un gran “GIF en vivo” creando cortos de seis segundos que serían lanzados a las redes sociales con la intensión de lograr un efecto metacomentario, es decir, que se compartan una y otra vez con comentarios del show, aún después de que termine la entrega de los premios, potenciando el valor de Giphy como viralizadora de contenidos de corta duración sobre lo que está sucediendo en Internet en el momento.
La genialidad para lograr que los GIFs producidos durante el evento se viralicen por más de 13 millones de veces resulta no de mirar a los que subían al podio a agradecer sus premios, sino de encontrar las mejores expresiones entre el público, aprovechando además la popularidad de la imagen de muchos de ellos. Es así como la firma que lleva cuatro años en el mercado logró un salto de visitas, traducidas en excelentes conversiones económicas, con unos cuantos GIFs de no más de tres segundos, tomados oportunamente y compartidos en el momento justo.
Para Dominic Poynter, director de estrategia de comunicaciones de la agencia publicitaria Droga5, “Los gifs son una especie de divisa social. La capacidad de usar gif es un modo hábil que resulta fresco, nuevo y completamente acertado”. De hecho, Jeremy Liew, socio de Lightspeed Venture Partners, y también inversor en Giphy asegura que los GIFs generan siempre una respuesta, al tiempo que añade “Esa emoción se reproduce en una plataforma que el mensaje de texto históricamente no tuvo. Y eso hace que sea más significativo, más poderoso”.
Giphy logró que 300 millones de personas vean un gif por día, todos los días, tres veces más la cantidad de visualizaciones que cosechó la firma en el año 2016. Para lograrlo, no sólo se relajan en un sillón a “gifear”, sino que comparten más de 2000 millones de gifs por día y en la plataforma, además de otras herramientas como Facebook, Twitter y Tinder. En la actualidad poseen más usuarios que Twitter y que Snapchat. Pero aunque compiten con productos que están en la bolsa de valores, el CEO, Alex Chung asegura que “Podemos crecer probablemente tres veces más de lo que tenemos ahora” y quizás por ello no buscan competir en el mismo escalón que las apps mencionadas.
Una cultura de Gifs
Si algo tiene claro Chung, el CEO de la firma, es que cualquiera podría empezar con un emprendimiento similar pero no todos lograrían hacerse millonarios con sólo seis segundos de aparición.
“Todos se mueven en el formato de avisos de seis segundos. Lo hizo YouTube. Facebook lo está haciendo. Nosotros poseemos ese formato desde hace años. Tenemos la mayor distribución de contenido de seis segundos en todo el mundo, en celulares, PC, en todas partes. Quizá lo más importante sea que Giphy tiene avisos que no parecen publicidad”, dice Adam Leibsohn, jefe operativo.
Vale recordar que lo que hoy es una empresa, nació en una casa alquilada en Hollywood en 2014. Varias reuniones e investigaciones del producto que estaban desarrollando los llevó a mudarse a Los Ángeles para obtener derechos de los contenidos que usarían para los gifs. De hecho, al comienzo canjearon la realización de sus primeras estrategias de GIFs por accesos a shows de The Simposons y Broad City.
Esa temporada en Los Ángeles fue tan buena que cada año reclutaron más personal e iniciaron un mapa para trabajar con redes sociales, pese a que lidiaron por un largo tiempo con la negativa de Facebook. Finalmente la red social bajó la guardia y lograron que ésta y otras redes quedaran tendidos a los pies de los botones de Giphy.
Hasta un buen día en que los gifs se convirtieron en divisas. “Son parte central de nuestras campañas digitales de marketing. En este momento es casi automático que lanzamos una presencia en Giphy para cada campaña”, aclaró Dana Flax, directora de medios digitales y sociales de HBO.
El juego de reunirse en la recepción de la oficina a ver la entrega de los premios Emmy y traducirla en gifs no sólo se trató de una gran idea, sino de unos pocos segundos de transmisión de ideas encaminadas hacia una estrategia que según Chung responden a una cultura tanto social (por quienes utilizan los gifs), como emprendedora (por ellos que los crean) volcado a contar “¿Qué está sucediendo en Internet ahora?”.