El gigante taiwanés adelantó los tiempos de trabajo, que el mes pasado habían sido establecidos para noviembre. La compañía está conversando con el gobierno brasilero para pagar menos impuestos en la importación de algunas partes.
La demanda es mucha y Foxconn no quiere perder tiempo. La empresa taiwanesa que ensambla los iPhones y iPads para Apple informó el mes pasado que estará abriendo una sede en Brasil para empezar a producir allí la famosa tableta de la compañía de Steve Jobs.
Cuando el acuerdo entre Foxconn y el gobierno de Dilma Rousseff se hizo público, Aloizio Mercadante, ministro de Ciencia y Tecnología del país carioca, informó que la tableta iPad se iba a empezar a ensamblar en Brasil «antes de noviembre». Esta semana, los diarios locales Estado de São Paulo y Folha de São Paulo reportan que la empresa taiwanesa quiere acelerar los tiempos y empezar a armar el iPad en Brasil en julio.
Para eso, pidió asistencia al estado para enviar 200 ingenieros brasileros a China para que comiencen su capacitación «lo antes posible». También, está negociando una reducción de impuestos para la importación de componentes que no son fabricados localmente.
El gobierno de Brasil prefiere que todas las partes que componen el iPad se hagan en el país, pero Foxconn propone comenzar importando para después pasar a la producción de pantallas y otros componentes «en los próximos años».
«Los tiempos son cortos,» dijo Mercadante a la prensa local. «Pero vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para concretarlo.»