En su cada vez más marcada rivalidad con HBO, el servicio de streaming de películas y series estaría interesado en llevar su catálogo a los proveedores de cable. La primera prueba como señal premium sería hacia fin de año.
Todo empezó cuando HBO decidió mudar su catálogo de clásicos y estrenos recientes a internet. La posibilidad de que sus clientes accedieran a un servicio de streaming de video por una módica cuota mensual no le cayó nada bien a Reed Hastings, CEO de Netflix.
Desde entonces, la compañía que el año pasado trajo su celebrado y accesible servicio de streaming a Latinoamérica, declaró a la señal premium por excelencia como su principal rival. En respuesta, Netflix comenzó a trabajar en series originales, siguiendo el ejemplo de HBO, cuyos usuarios pagan un extra mes a mes a su operador de cable para acceder a las realizaciones exclusivas de la señal.
Pero ahora Netflix iría por mucho más. Reuters informa hoy que tres personas cercanas a las negociaciones aseguran que Hastings ya estuvo reunido con importantes teleoperadores de Estados Unidos, vendiendo la idea de Netflix como canal premium. Uno de ellos ya se habría mostrado dispuesto a realizar una prueba piloto antes de fin de año.
«A muchos [proveedores de televisión por cable] les gustaría tener un canal que compita con HBO,» comentó Hastings la semana pasada en una conferencia con inversores, sin detallar que ya estaba tomando cartas en el asunto.
De concretarse, la novedad traería tranquilidad al mercado del cable por partida doble. Por un lado, tenerlo como aliado acabará con la preocupación que despertó el lanzamiento de Netflix, una plataforma distinta y mucho más económica, que podría reemplazar la manera de ver TV. Por otro, aliviará el tráfico datos. Para competir con la empresa de Hastings, los teleoperadores más importantes de Estados Unidos están lanzando sus propios sistemas al estilo Netflix, pero se ven perjudicados por el alto consumo que genera el streaming en el servicio de internet de banda ancha que ellos mismos proveen.
