La red social puso en práctica un «pequeño experimento»: comenzó a cobrar u$s1 en Estados Unidos por ciertos mensajes que se envíen a usuarios con los que no se comparte amistad.
Facebook era conocida como una compañía tecnológica que tenía muchísima información sobre sus usuarios, pero le faltaba un dato que otras, como Amazon y Apple, ya tenían: el número de la tarjeta de crédito. Eso está cambiando. Al menos en Estados Unidos.
Este año, el gran año en que Facebook comenzó a cotizar en bolsa, la firma de Mark Zuckerberg empezó a impulsar servicios que tienten a sus usuarios a introducir los datos de su tarjeta.
A principios de mes, la red social estrenó Facebook Gifts para todos los usuarios de ese país. Desde esa página, se pueden comprar regalos de todo tipo (vinos, ropa, juguetes, artículos deportivos, etc.), con la única condición de pagarlos con tarjeta de crédito – no se aceptan otros medios de pago online conocidos, como PayPal.
Esta semana, Facebook implementó un nuevo servicio que invitará a sus usuarios a registrar en el sistema los números de la tarjeta de crédito. Se trata de un «pequeño experimento», según un vocero de la compañía, que asignará el valor de u$s1 a cada mensaje que se envíe dentro de la red a una persona con la que no se comparta amistad, para que llegue a la bandeja de entrada.
Hasta ahora, enviar mensajes (una suerte de mails sin asunto) era posible entre amigos de Facebook y también hacia aquellas personas que tuvieran un perfil en la red social, pero que no figuraran en el listado de amistades – siempre que ellas lo permitieran.
Desde la opción de privacidad, los usuarios de Facebook podían establecer si deseaban o no recibir mensajes a su bandeja de entrada de personas que no conocieran o con las que no quisieran entrar en contacto. Con el nuevo sistema de mensajes pagos, eso no será posible: los mensajes llegarán a destino, independientemente de la configuración de privacidad establecida por el receptor del mensaje.
Caerán, automáticamente, en la pestaña «Otros» – donde llegan los mensajes de grupos a los que el usuario se suscribió. Para evitar esto, si el emisor desea que su mensaje caiga en la bandeja de entrada del receptor, podrá pagar u$s1.
¿Qué utilidad podría tener un servicio así? Facebook asegura que sirve si, por ejemplo, «estuvieras planificando una fiesta sorpresa para un amigo a través de Facebook. Cuatro de las cinco personas que vas a invitar a la fiesta son amigos tuyos también, pero uno no. Podrías asegurarte que esa quinta persona reciba la invitación a su Bandeja de Entrada, en lugar que a la carpeta «Otros», pagando u$s1″.