Normalmente los emprendedores trabajan de forma independiente, sin embargo, de un tiempo a esta parte cada vez más empresas buscan contratar personas que tengan en su haber al menos un proyecto que esté en funcionamiento o varios que hayan logrado una monetización durante un período. Descubre por qué conviene tener un emprendedor con la camiseta puesta.
Ser emprendedor, como muchos lo son y lo han notado, no implica tener un certificado como tales que los faculta a trabajar de ahí en adelante en sus proyectos sin más. Por el contrario, basta con hacer una mirada por el sitio heroesdonweb.com como para encontrarnos con varios ejemplos de emprendedores que practican una especie de doble vida laboral dividiendo sus responsabilidades para que una alimente a la otra.
La falta de capital, los contactos y hasta no haber dado aun con el proyecto ideal, implica que muchos de esos creativos emprendedores fracasen una y otra vez. En una entrevista con Fernando Torres, creador del proyecto Juega Juampi!, una herramienta que estimula cognitiva y multisensorialmente a niños y jóvenes con discapacidad, nos contó que trabajó por mucho tiempo arreglando computadoras para poder solventar sus gastos como emprendedor.
Miles de emprendedores están haciendo otra cosa para poder emprender. Mientras que para algunos esto es una fuga importante de talento, para otros es un medio de subsistencia. El caso es ver esta realidad desde la otra vereda: ¿Por qué estas mentes emprendedoras no están trabajando en lugares en donde pueden rendir aún más, e incluso pueden aprender más para sus proyectos?
Una empresa con emprendedores se enriquece
Amílcar Benítez se autodenomina inventor. Con 25 años y en carrera de analista de sistemas ha pasado por el proceso completo como emprendedor pero aún no ha descubierto el emprendimiento que capte el interés de inversores, sin embargo asegura que no son sus conocimientos los que le juegan a favor sino su capacidad como inventor lo que lo vuelve una pieza tentadora para sus empleadores.
“Actualmente trabajo en relación de dependencia en una multinacional. Cuando me presenté a la entrevista de trabajo no les hablé de mi currículum y lo que había hecho, sino de todo lo que tenía por hacer y bueno, aquí estoy.
No digo que es la llave mágica, seguramente di con el trabajo correcto para mí y ellos con el empleado que buscaban, pero logré negociar trabajar algunos días desde casa como para seguir inventando”, nos cuenta Amílcar, pero no ignora lo que pasa a su alrededor, por eso dice que “Cuando veo que hay gente que cumple horario y tienen capacidad para hacer crecer una idea, un proyecto, siento que se están equivocando, pero tampoco la empresa los está aprovechando y en muchos casos ignoran que tienen ese potencial dentro de su recurso humano”.
Es cierto que contratar a una persona con perfil emprendedor enriquece una empresa. Normalmente son personas difíciles de manejar en una estructura y no responden satisfactoriamente a las propuestas de un estado de relación de dependencia. Pero está visto en el comentario que Amílcar nos brinda que si el empleador sabe aprovechar su potencial brindándole el espacio necesario éste no sólo cumple con su trabajo sino que aporta más a su sector.
De hecho, las principales compañías del segmento tecnológico ubicadas en Silicon Valley, tienen como misión contratar personas con un perfil emprendedor y con un porfolio de proyectos, potables o no, pero en los que han iniciado algún tipo de gestión para ponerlos en funcionamiento.
“El empresario no se beneficia de un emprendedor, no hay que verlo así. Ambos se benefician y eso debería ser el trabajo para todos, un oficio en donde una persona brinda su capacidad y a cambio recibe una experiencia saludable, aprende”, asegura Amílcar.