Probamos este periférico que lleva impreso el sello de una de las firmas más afamadas entre los amantes de los videojuegos que corren en PC. A modo de advertencia para el lector, vale anticipar que este review corre por cuenta de un usuario que, si bien es habitué de herramientas tecnológicas, no se anota en las filas de los gamers. ¿Un no-jugador debería comprar un teclado de esta especie? Exploramos una posible respuesta a este dilema.
Consideraciones preliminares
Considero justo comenzar este repaso explicando que no soy un gamer. Si bien pasé largas horas de mi vida haciendo saltar de aquí para allá a un fontanero bigotudo en una vieja consola NES y más tarde batí algunos récords en una entrega de disparos que corría en PS2, hace tiempo que no echo mano en videojuegos hechos y derechos, reservando mis únicas experiencias lúdico-digitales a smartphones y tablets, acaso las plataformas menos completas a la hora de jugar. En tanto, mis impresiones en torno a BlackWidow Stealth, un teclado para gamers de la firma Razer que he probado durante un par de semanas en primera persona, serán las de un asiduo usuario de tecnología, aunque no las de un experto en videojuegos que corren en PC.
En este sentido, el objetivo de este review es analizar cuáles son los beneficios que ofrece este teclado al público general, más allá del específico sector para el cual se ha desarrollado este teclado. Obviamente, se hablará de sus beneficios a la hora de jugar, ítem insoslayable en cualquier producto que llegue con el sello de Razer.
Las manos sobre BlackWidow Stealth
El empaque que cobija el producto es realmente estético y llama la atención a primera vista. Una suerte de ventana en la superficie del packaging permite echar una mirada directa a las teclas de dirección de este periférico y, sobre todo, entrega al usuario (en especial a los eventuales compradores que se acerquen a una tienda) la posibilidad de meter mano antes de retirarlo de la caja y, así, dar una probada al especial mecanismo de sus teclas. Ya desde la caja, el fabricante nos cuenta acerca de los interruptores mecánicos que aparecen debajo de cada una de las teclas de este keyboard, ofreciendo una menor distancia de presión, una mejor respuesta y resistencia para 60 millones de pulsaciones. Desconozco cómo han arribado a aquella cifra, aunque lo cierto es que se trata de un teclado en verdad robusto y que, máxime tratándose de gamers (usuarios que exigen al máximo los periféricos) aquel aguante aparece como obligado. Según explican, los teclados comunes resisten 10 millones de pulsaciones menos en relación a éste.
La robustez (su condición todo terreno) se evidencia apenas el producto sale por fuera de la caja. Es sabido que los teclados para gamers son más pesados en relación a los tradicionales, aunque sospecho que un usuario común no dejará de asombrase por el peso de este modelo que en la báscula arroja 1500 gramos, unas diez veces más que un smartphone promedio, por establecer una comparación capaz de graficar la escena con algo de elocuencia.
Otros ítems interesantes aparecen en el apartado del diseño. Junto a los manuales y la garantía, el fabricante incluye una serie de auto adhesivos para colocar a discreción en el teclado, inclusión que puede ser valorada por algunos usuarios. Vale mencionar que, a diferencia de BlackWidow Ultimate Stealth, el modelo que tenemos entre manos no cuenta con el denominado backlight en las teclas, aunque sí cuenta con iluminación en color verde por debajo del logo de Razer que aparece al pie del producto, en ubicación central. Como se advierte en la imágenes, las letras son blancas sobre un fondo negro. Su cable principal es de fibra trenzada, del cual se desprenden dos conectores USB y dos conectores de audio. En el lateral derecho aparece la entrada y salida para auriculares y micrófono.
Tal como anticipa el producto desde su empaque, sus teclas mecánicas son su caballo de batalla. Siguiendo su denominación (la referencia es para el término inglés “Stealth”) el tipeo promete generar menos ruido en relación a otros del catálogo de Razer, aunque aquel usuario que no acostumbra tipear en teclados mecánicos se verá sorprendido, en primera instancia, por el “clac-clac” que resulta de cada pulsación. Como se ha indicado, este mecanismo promete soportar las exigencias del público gamer y, en este sentido, también resistirá con soltura e hidalguía el uso corriente. En tanto, tendrá una vida útil mucho más extensa que un teclado común, también para aquellos que por lo general utilizamos este periférico para escribir y no mucho más que ello. Hay que decir que la durabilidad siempre se agradece.
Según anota el fabricante, cada interruptor requiere una fuerza de sólo 50 gramos para actuar. Además de las teclas tradicionales (las direccionales, las Fs y el alfanumérico incluidos), BlackWidow Stealth añade cinco botones personalizables en el margen izquierdo del periférico, los cuales se configuran desde la aplicación Synapse 2.0.
Ya que mencionamos el software que acompaña este dispositivo, hablemos un poco de él. Es especialmente útil para los gamers, en sintonía con la propuesta general de este producto. Se trata de un entorno que permite establecer diferentes perfiles de uso, configurar las teclas y determinados accesos, y almacenar esta información en la plataforma en la nube de la compañía. La aplicación también permite establecer un modo que bloquea las funciones Alt+F4, que cierra el juego, además de la tecla dedicada de Windows, que puede estorbar en medio de una partida.
Fiel a su segmento, llega con una ergonomía que propicia largas horas de uso. Lo he comprobado en primera persona: usualmente tipeo en el keyboard que se integra en mi notebook; utilizando estas semanas el teclado de Razer confieso haber experimentado un menor cansancio en mis manos durante las horas de trabajo. En tanto, es justo decir que para aquellos que no emplearán el teclado principalmente para jugar, también podrán disfrutar de una experiencia más veloz y también más confortable en relación a un periférico común y corriente.
Razer señala que los interruptores mecánicos del teclado se han reposicionado a casi la mitad de distancia en relación a los tradicionales, característica ideal para los gamers, puesto que les permite hacer una doble pulsación “sin esfuerzo y a una velocidad relámpago”, según indica el fabricante. Se entiende, por otra parte, que cada una de las teclas retoma su posición original con rapidez. En la estricta arena de los videojuegos, la firma explica que el teclado ha sido puesto bajo la lupa y exigencia de los usuarios más rigurosos, siendo testeado por jugadores profesionales.
Cada una de las teclas “esconde” múltiples piezas dedicadas, cada una de ellas con una tarea específica. La parte visible cuenta con un encastre hermético que permite mantener el mecanismo e interior del periférico a salvo del polvillo y la suciedad. Por debajo aparece un interruptor anaranjado el cual entrega sensación de confort en el tipeo y reduce el ruido de cada pulsación. Le sigue un resorte, el cual entrega la mencionada fuerza de operación que ronda los 50 gramos.
Más detalles sobre el mecanismo de los interruptores pueden ser vistos en el siguiente video.
En línea con la búsqueda de este repaso, Razer anota: “Los interruptores mecánicos de Razer están hechos para mejorar tanto tu experiencia de juego como de escritura”. Debo decir que doy fe de ello.
Ahora bien, ¿se justifica que un no-jugador destine su dinero a este teclado?, ¿o debería quedarse cómodamente con su keyboard del montón? Si bien este dilema encontrará respuesta en el análisis de cada caso particular (las preferencias de cada usuario, sus exigencias en el uso, sus posibilidades económicas, etc.), la siguiente confesión puede entregar una pista: como quien se prueba una pilcha bonita pero prestada, al día siguiente fue difícil volver a acostumbrarme al “precario” teclado de mi notebook.