Con una cuna de brevísimos megapíxeles y espacios limitados, la autofoto usualmente capturada con la cámara de un smartphone se ha convertido en una figura estelar no solamente en la arena virtual de las redes sociales, sino también en la escena real. Su propuesta aparece en el tuit más popular de la historia anclado en los premios Oscar; Marcelo Tinelli toma una cada noche en “Bailando por un sueño”; las tiendas de apps ofrecen herramientas especialmente dedicadas a la autofoto; y un escándalo selfie involucra a una celebridad del béisbol, al presidente de Estados Unidos y al fabricante que más teléfonos vende en el mundo. Además, una revista estadounidense afirmó que Morón es la capital argentina de la autofoto. ¿Hasta donde llegará la imagen mendiga?
Uno de los componentes más relegados en la oferta de los smartphones es la cámara frontal. La ficha técnica de uno de los productos más populares del sector da cuenta de la afirmación que acaba de inaugurar este repaso: mientras que la principal de Galaxy S5 de Samsung ostenta la suma de 16 megapíxeles, la frontal baja hasta los 2 megapíxeles. Cuando se refieren a ellas, las gacetillas que presentan los productos suelen anotar que las mismas son ideales para realizar videollamadas. Sin embargo, aquella funcionalidad ya no es la única relevante en aquel componente, pues la brutal penetración de las selfies, autofotos capturadas principalmente desde el breve visor al frente de los dispositivos móviles, ha entregado un nuevo leitmotiv a las cámaras frontales.
Si bien la ola selfie vivió su punto más álgido en la última edición de los premios Oscar, tal como veremos más adelante, su popularidad no se restringe al evento hollywoodense. Ya en 2013 el Diccionario de Oxford coronó al término como “la palabra del año”. Según anotaron en la ocasión los responsables de aquel volumen, la palabra no es precisamente un niño de pocos días de vida. Sus primeros usos se remontan al año 2002 en un foro de Internet originario de Australia. No obstante, Oxford Dictionaries indica que su uso en verdad se difundió en la segunda década del siglo en paralelo a la difusión de las redes sociales dedicadas a la fotografía, con el viejo Fotolog como el precursor olvidado en el tiempo.
Como prólogo a los casos que veremos a continuación, vale recordar que si bien el término selfie suelta anclas en tiempos recientes, los autorretratos no son precisamente una novedad: desde la obra en la cual Van Gogh se dibuja a sí mismo con la oreja vendada, pasando por la misteriosa Frida Kahlo y Diego Velázquez oculto en “Las meninas”; siglos, méritos y muchos astericos mediante, llegando a la fascinación por el retrato personal que el cantante pop Justin Bieber hace pública en la red Tumblr. “Al tiempo que el proceso se hizo más ágil, el mismo ha sido bautizado con un nombre. Y ahora que los teléfonos inteligentes se han convertido en una norma para muchos, no sólo para los geeks, la tecnología aseguró que los autorretratos sean más fáciles de ser realizados y compartidos”, anotan desde Oxford indicando el dinamismo del proceso que ya no requiere la presencia de un espejo frente al retratado ha contribuido a la difusión de su uso. En esta infografía puede consultarse una muestra de su crecimiento a lo largo del año 2013.
De Justin a Ellen
Tal como informó el sitio Tech Crunch en diciembre de 2013 -cuando aún faltaban tres meses para que el hábito narcisista se suba a la cresta de la ola- el antes mencionado Justin Bieber patrocinó “Shots of Me”, una herramienta para smartphones especialmente dedicada a las selfies. Uno de los responsables del desarrollo dijo que la “gente disfruta mirando rostros humanos y que ver imágenes de comida es aburrido”, en evidente referencia a Instagram, sitio donde abundan los retratos de orden culinario. La aplicación sólo está disponible para equipos iOS. Aunque en la escena de los androides también hay alternativas para los que incursionan en el terreno del retrato propio, la tienda de Apple se convirtió en paradigma del movimiento cuando presentó una sección especial en la que destaca herramientas para tomar selfies. En el listado aparecen FaceTune, SelfieCam y FrontBack. Así lo había contado el sitio 9to5Mac, un especialista en el universo de los de Cupertino.
Tal como se anticipó en más de una línea en este repaso, las selfies tuvieron su momento de gloria la noche del 2 de marzo durante la edición 2014 de los premios Oscar que entrega la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas. En primera instancia Ellen DeGeneres, presentadora de la ceremonia, tomó esta autofoto mientras monologaba en la apertura del evento. No fue aquella imagen borrosa la que se convirtió en un éxito viral: una selfie en la que aparecen Meryl Streep, Bradley Cooper, Julia Roberts, Brad Pitt, Kevin Spacey y Jared Leto, entre otras estrellas de Hollywood, en sólo media hora alcanzó los 200 mil favoritos y los 700 mil retuits, derribando el récord del mensaje que Barack Obama había publicado en Twitter al momento de su reelección presidencial. Al momento de este repaso, roza los 3,5 millons de retuits. La selfie de Ellen DeGeneres recorrió el mundo dando paso a numerosas réplicas de tono humorístico, como la que apareció en la cuenta oficial de Marcelo Tinelli, según publicó Infobae. Además, cada noche el conductor vernáculo captura una de estas imágenes en su emisión televisiva junto a los bailarines que pasan por la pista y, según contó La Capital, el movimiento selfie también triunfa en la escena local.
¡Ay Samsung!
Las celebérrimas selfies capturadas por DeGeneres en los premios Oscar no han sido precisamente espontáneas. Detrás de cada una de aquellas fotografías se oye el ir y venir de una respiración promocional y el nombre del fabricante que más smartphones vende a nivel global: Samsung. La marca surcoreana fue uno de los sponsors con mayor presencia en la premiación hollywoodense; allí presentó anuncios de su por entonces flamante Galaxy S5, y en las cercanías de la alfombra roja instaló una gran pantalla compuesta por televisores, smartphones y tablets de su hechura, tal como puede consultarse en este sitio. Además -asunto que nos convoca- fue la impulsora de las selfies en el evento. De hecho, el ojo atento podrá advertir que el dispositivo con el que se han capturado aquellas fotografías ha sido un Galaxy Note 3, la exitosa phablet de Samsung.
Todo parece redondo para el fabricante. Siguiendo a The Verge, la imagen borrosa que Ellen tomó en el escenario no ha sido precisamente una buena propagando para la cámara del dispositivo en cuestión. De hecho, uno de los hashtags del mensaje es #blurry, “borrosa” en inglés. Sin embargo, a Samsung nadie le quita lo bailado: su sello aparece en el tuit más popular de la historia.
Los nexos de la cuna de la familia Galaxy y las selfies no encuentran límite en los premios Oscar 2014. Un acontecimiento, que bien podría ser tildado como escandaloso, involucra a la marca surcoreana, a las autofotos y al presidente de Estados Unidos. La historia comienza cuando el equipo de béisbol Red Sox visitó en la Casa Blanca a Barack Obama. David Ortiz, estrella de aquella escuadra, publicó en su cuenta oficial en Twitter una selfie que lo muestra junto al mandatario estadounidense en la que ambos dibujan luminosas sonrisas. Aquella alegría no duró mucho: al poco tiempo trascendió que “Big Papi” Ortiz tiene vínculos comerciales con Samsung y que aquella fotografía había sido capturada con fines estrictamente promocionales. De hecho, el ala estadounidense de Samsung replicaba el tuit en su cuenta oficial indicando que la imagen había sido capturada, una vez más, por el lente de Galaxy Note 3. Los ánimos publicitarios detrás de la autofoto generaron descontento en el círculo cercano de Obama; el consejero del presidente estadounidense reveló en una entrevista que evalúan iniciar acciones de orden legal contra el fabricante surcoreano y que el episodio puede derivar en el fin de todas las selfies en la Casa Blanca.
Morón, ¿capital argentina del selfie?
Subiéndose a la tendencia, la revista Time publicó un informe el cual procuró echar luz sobre “las ciudades más selfies del mundo”. Colocando bajo la lupa a más de 400 mil imágenes subidas a Instagram con el tag selfie, recabaron la información que ubicó al tope a Makati City, el centro financiero de Filipinas, punto del mapa en donde se registraron 4155 autofotos. Entre las casi 500 ciudades, aparecen dos estadounidenses en el segundo y tercer escalafón: Manhattan y Miami.
Un llamativo dato salta a la vista si trasladamos la mirada a nuestro país: en el puesto 409 a nivel global y número uno en la Argentina, aparece Morón con más de 140 selfies tomadas por casi 45 usuarios, lo que se traduce en un promedio de 14 autofotos cada 100 mil habitantes. Desde la prensa nos tentamos con títulos del tenor “Morón es la capital argentina del selfie”. Sin embargo, el informe del magazine estadounidense podría no ser tan certero. Consultado por el sitio RedUSERS, el desarrollador Maximiliano Firtman relativizó los resultados de aquel estudio indicando que se trataría de “falsos positivos”. Según indicó, la falla estaría relacionada con las asignaciones de direcciones IP puesto que la ciudad de Buenos Aires suele estar asociada, erróneamente, a Morón. “El informe usa las IPs de los que publican las fotos para detectar ciudades, pero en Latinoamérica esas bases de datos no siempre están actualizadas ni son totalmente precisas a nivel ciudad”, señaló Firtman.
Más allá de las discrepancias en torno a un informe más colorido que académico, lo cierto es que desde los tiempos más remotos el hombre ha contemplado su propia imagen reflejada en un muro en forma de sombra, en los vaivenes de un charco, en la precisión de un espejo. Tecnología mediante, el hábito ha ganado difusión y nombre propio. Ha nacido mendigo y ahora se sienta en el trono del rey.