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TinyCore Linux: Poderoso el chiquitín

TinyCore Linux: Poderoso el chiquitín

Te presentamos una distro GNU/Linux diminuta pero muy versátil.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición de abril de 2010 de DattaMagazine, la revista de tecnología de DonWeb.
Autor: Juan Gutmann – juan.gutmann@dattamagazine.com

El universo de las distribuciones GNU/Linux no para de crecer y, en esta ocasión, analizamos una relativamente nueva, pero que, en apenas un año de vida, se ha hecho de una gran cantidad de usuarios: Tiny Core. Desarrollada por una comunidad liderada por el programador Robert Shingledecker, TCL es un LiveCD diseñado para tener un tamaño mínimo: la ISO de la versión actual, la 2.9, pesa solamente 10 Mb y se baja en un par de minutos.

REQUERIMIENTOS DE HARDWARE
Pese a que la imagen ISO de Tiny Core es todavía más pequeña que la de otras distros minimalistas, como Damn Small Linux o Puppy, no por ello es menos versátil. Basada en el Kernel Linux 2.6, BusyBox, un juego de herramientas del sistema que casi no demanda recursos, y FLTK, una librería gráfica reducida y eficiente, sorprende tanto por su rapidísimo arranque (bootea en escasos segundos) como por su velocidad de operación. Los requerimientos mínimos de Tiny Core son muy bajos: procesador 486 y 32 Mb de RAM son suficientes para que funcione, aunque, claro está, en un equipo tan anticuado no podemos esperar una buena velocidad de ejecución. Es por ello que los requerimientos recomendados son una CPU Pentium II o equivalente, y 128 Mb de RAM o más. No es necesario poseer un disco rígido, ya que se inicia desde la lectora de CD o DVD, aunque también puede arrancar desde un pen drive. Estas características la tornan en una distribución ideal para reciclar una PC vieja que tengamos tirada en un rincón y transformarla en un servidor hogareño o estación de trabajo para navegar la web o realizar tareas sencillas de oficina.

CUATRO EN UNO
Como mencionamos, si contamos con 128 Mb de RAM o más, Tiny Core se desempeña muy velozmente, inclusive en PC veteranas y no muy potentes. Esto se debe a que está pensada para ejecutarse principalmente desde la RAM del equipo, lo que minimiza o, directamente, evita los accesos al disco rígido, que son los que enlentecen los tiempos de respuesta del equipo. Aunque su filosofía es el máximo aprovechamiento de la memoria RAM para ganar en rapidez, tiene cuatro modos distintos de operación, tres de los cuales precisan de un medio de almacenamiento permanente, como un pen drive o disco rígido. El primer modo es el llamado «Nube» o «Internet», en el cual trabaja como lo hacen casi todos los LiveCD: bootea desde un CD o pen drive y almacena tanto las aplicaciones como los datos del usuario en RAM, sin modificar para nada el equipo. Es factible, de todas maneras, descargar e instalar aplicaciones y crear archivos, pero al estar el filesystem completo en RAM, al reiniciar o apagar, todo lo que hayamos hecho con él desaparece, por lo cual esta modalidad es apropiada para probar el desempeño de Tiny Core o aprender a utilizarlo. Por cierto, en el «mundo Tiny», a las aplicaciones que podemos agregarle al Sistema Operativo se las llama «extensiones» y están disponibles en un repositorio al que se ingresa a través de Internet. La segunda modalidad es conocida como «Tiny Core Extensions/Install», en la cual, al bootear TCL desde CD o USB, debemos indicarle mediante un parámetro una partición de un medio de almacenamiento permanente, en la cual se creará un PPR: Personal Persistent Repository (Repositorio Personal Permanente). Las extensiones que descarguemos se guardarán en este repositorio permanente y, en la siguiente sesión de uso de TCL, estarán nuevamente a nuestra disposición. Existe una variante de esta modalidad, denominada «CopyFS», en la que las extensiones descargadas no se almacenarán en el repositorio (lo que evita tener que descargarlas la próxima vez, pero nos obliga a perder unos segundos instalándolas), sino que se guardarán preinstaladas. El tercer modo es el designado como «Hybrid» (Híbrido), en el cual se emplea una partición de formato Linux (ya sea una partición física o un archivo de loopback en un filesystem de otro Sistema Operativo) para almacenar una estructura de directorios que, al iniciar TCL, se monta como /usr/local, en donde residirán las aplicaciones instaladas y los archivos que hayamos creado. Esta modalidad también es conocida como PPI (Personal Persistent Install). La última variante es, como podrán imaginar, instalar Tiny Core en el rígido de la forma tradicional, aunque está indicada sólo para usuarios experimentados, ya que, por el momento, no hay un instalador que realice esta tarea de manera automatizada y debe hacerse de modo manual, paso por paso: particionar el disco, formatear las particiones, instalar el root filesystem, el administrador de arranque (GRUB), etc. En el sitio web de Tiny Core están detalladas las instrucciones para llevar a cabo exitosamente esta operación.

USANDO TINY CORE
El entorno de escritorio de TCL es minimalista, como todo en esta distribución, y hace uso del administrador de ventanas FLWM, que, a su vez, está basado en la librería gráfica FLTK antes mencionada. Para invocar a las aplicaciones, FLWM ofrece dos caminos: a través del menú popup (que aparece al efectuar click derecho sobre el fondo del escritorio o presionar las teclas ALT+TAB) o a través de una «barra de íconos» en la parte inferior de la pantalla, que se navega con el mouse, haciendo zoom en el ícono enfocado, al estilo de Mac OS X (o también de Windows 7, ya que Microsoft ha vuelto a su vieja costumbre de copiar las interfaces de Apple). Apenas iniciado por primera vez, únicamente contamos con un emulador de terminal para invocar al shell (por defecto el shell es «ash»), un panel de control que permite «tunear» algunas opciones del Sistema Operativo y el AppBrowser, que cumple la misma función que los administradores de paquetes de las distribuciones más populares. El AppBrowser se conecta con un repositorio que, como ya señalamos, pueder ser local si es que ya hemos descargado algunas extensiones, pero si no lo hemos realizado, al dirigirnos en el Browser al menú «File» y elegir «Connect to Repository», accederemos al Repositorio de TCL en Internet, en el que disponemos de una importante selección de extensiones (recordemos que este término se refiere a las aplicaciones empaquetadas para TCL, cuya extensión es «.tcz»). Algunas de las extensiones más notables que componen el repositorio online son: los navegadores web Epiphany, Mozilla Firefox, Google Chromium y Opera, aplicaciones de oficina como el procesador de textos AbiWord, la planilla de cálculo Gnumeric y el editor de imágenes y fotografías GIMP, soft multimedia como el soft de grabación de CD y DVD Brasero, el editor de audio Audacity y el reproductor multimedia VideoLan Client, utilitarios como el antivirus ClamAV o el cliente FTP FileZilla, herramientas para desarrollo web incluído el servidor Apache, el lenguaje PHP y la base de datos MySQL, herramientas de programación y compiladores, entre los que se destacan GCC y los lenguajes Lua, Perl, Python y Ruby, emuladores como DOSBox, KVM, Qemu, VirtualBox y WINE, y hasta entornos de escritorio alternativos como Enlightenment y los administradores de ventanas Fluxbox e IceWM. Asimismo, hay una buena selección de juegos. Como ven, hay muchos más aplicativos disponibles, y los desarrolladores de TCL constantemente están agregando nuevas extensiones, además de poner a disposición de los usuarios un tutorial en el que explican como «empaquetar» en formatos de extensión TCL nuestras aplicaciones preferidas, en el caso de que no las encontremos en el repositorio.

SOPORTE DE HARDWARE
TCL soporta una gran variedad de hardware, el cual autodetecta y configura sin problemas, aunque es importante destacar que la instalación base no integra soporte para sonido, el cual se halla disponible mediante extensiones que pueden instalarse desde el AppBrowser. Para ello, disponemos de dos posibilidades: emplear OSS, cuya sola instalación activa el sonido automáticamente, o utilizar ALSA, una solución más moderna para dar soporte de sonido en Linux, pero que requiere una mínima configuración por parte del usuario (hay que ejecutar manualmente «alsaconf» luego de instalada la extensión correspondiente). Para montar unidades de almacenamiento USB, como pen drives o discos rígidos externos, aunque se autodetectan sin inconvenientes, hay que llevarlo a cabo manualmente. En el website de TCL hay una sección de preguntas frecuentes en donde se explica minuciosamente cómo proceder en este sentido. También está disponible como extensión un driver de NVIDIA para emplear aceleración 3D mediante GLX con placas GeForce.

DOCUMENTACIÓN Y COMUNIDAD
En el sitio web de TCL, ubicado en [http://www.tinycorelinux.com/], aparte de encontrar las imágenes ISO para su descarga, hay abundante documentación para satisfacer todas las dudas que podamos tener en la instalación o el uso de esta interesante distribución GNU/Linux. Además de las guías y la sección de FAQ (preguntas frecuentes), existe una Wiki en la que se abarca una gran cantidad de temáticas y un foro para consultar a los desarrolladores y a otros usuarios de TCL. En el foro colaboran más de 1200 usuarios, que ya han creado casi 5000 tópicos que totalizan más de 25000 mensajes. También se puede hallar a los desarrolladores y usuarios para chatear en el canal #tinycorelinux de la red Freenode, una IRC Network en la cual se dan cita miles de personas ligadas al mundo del Software Libre.

CONCLUSIONES
Aunque la tendencia en estos tiempos es hacer distribuciones GNU/Linux como Ubuntu, muy amigables y sencillas de usar, para facilitar la migración de los usuarios frustrados con Windows y sus inestabilidades y problemas de seguridad, afortunadamente hay desarrolladores que no olvidan los orígenes del Sistema Operativo Libre por excelencia. Los primeros usuarios de Linux se vieron atraídos por él por ser una herramienta poderosa y flexible, que, en manos de un usuario experimentado, se ajustara a diversos usos, que otros S.O. no podían satisfacer. Uno de ellos es el de adaptarse a cualquier tipo de PC, inclusive aquellas que los tiempos modernos han dejado atrás en prestaciones por su escasa capacidad de procesamiento y almacenamiento. Tiny Core Linux es un producto muy bien hecho, que se aplica a la perfección para estos fines, y también es muy apropiado para llevar en un pen drive y utilizarlo como herramienta de diagnóstico y recuperación. O, simplemente, para poder salir navegando por la web en muy pocos segundos, sin necesidad de descargar, configurar ni instalar nada, gracias a su repositorios permanentes. En definitiva, es una distro que recomendamos calurosamente por sus características únicas, su velocidad, flexibilidad y estabilidad, pese al escaso lapso que lleva entre nosotros. No nos caben dudas de que el paso del tiempo la convertirá en un producto todavía más maduro y logrado.

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