Microsoft, la cuna del célebre Windows, debuta en el segmento de los wearables con una pulsera que monitorea la salud y la actividad física del usuario, además de hábitos de sueño. Repasamos las características de este dispositivo de muñeca que opera de la mano de una app dedicada compatible con Windows Phone, iOS y Android, además de una prometedora aunque poco promocionada funcionalidad que permite realizar pagos móviles.
En una industria signada por las filtraciones, poco se había hablado de una presentación de Microsoft que tuvo lugar durante las últimas jornadas de octubre, cuando la compañía pateó el tablero noticioso con la presentación de Band, el primer dispositivo de vestir en el extenso catálogo de esta empresa fundada en un ya lejano 1975. El titular de este repaso pretende hace énfasis en el hecho de que una firma por lo general vinculada a la informática de escritorio emprenda el salto hacia uno de los segmentos más frescos de la industria, el de los wearables. Sin embargo, sabemos que Microsoft no es todo escritorio, siendo atinado recordar que los de Redmond participan activamente en la escena móvil: desarrollan software para móviles desde hace varios años, inmersión que se elevó a la máxima potencia cuando en septiembre de 2013 anunció la compra de la división móvil de Nokia, transacción que completó en abril del año en curso. Microsoft decidió borrar la marca de la finladesa en la gama Lumia (de hecho ya lanzó el Microsoft Lumia 535, el primer smartphone que prescinde del nombre Nokia), aunque lo mantendrá en los teléfonos básicos.
En tanto, el lanzamiento de un dispositivo de vestir aparecía como un paso natural en la evolución de Microsoft. Ya en marzo, cuando un eventual wearable de la cuna de Windows era pura especulación, el sitio TechCrunch divulgó que Microsoft había pagado 150 millones de dólares para hacerse de un paquete de patentes de equipos de vestir y realidad virtual de la firma ODG. Las imágenes publicadas dieron cuenta de una gafas de diseño similar a las Google Glass. Días antes del anuncio oficial de Band, la publicación Forbes anticipaba que la firma que dirige Satya Nadella presentaría en sociedad una pulsera inteligente destinada al monitoreo de la actividad física.
Band, sus características
Aunque da la hora, no es precisamente un reloj inteligente al estilo de los de Sony, Samsung o Apple, por mencionar tres casos resonantes. Microsoft Band se acomoda con soltura en el segmento de las pulseras inteligentes, siendo sus funciones primordiales el monitoreo de una serie de parámetros de salud y de la actividad física del usuario, utilidades frecuentes en este sector en el cual la firmas Pebble y Fitbit aparecen como paradigmas.
Tal como se advierte en las imágenes que acompañan este repaso, Band cuenta con una pequeña pantalla rectangular; la misma es de 1.4 pulgadas (táctil y a color) y ofrece una resolución de 320 x 106 píxeles, muy lejos de las cifras que hoy ostentan los smartphones aunque suficiente para el breve espacio de este display. Un batallón de sensores propician el prometido monitoreo y fiel registro de datos: su pequeño cuerpo incluye acelerómetro, giroscopio, girómetro, GPS, sensor de luz ambiental, sensor de temperatura de la piel y sensor capacitivo; también agrega micrófono y un motor para arrojar vibraciones. Otro de sus sensores mide el índice de rayos ultravioletas (UV) a fin de anticiparse al influjo del sol y colocar la debida protección en la piel.

Su batería es de 100mAh, capacidad que según Microsoft entrega un uso normal durante dos jornadas completas con una recarga de hora y media, y que obviamente variará según el uso que se le de al equipo. Hay que decir que Band no llega con las ventajas de los productos watterproof, aunque sí soporta salpicaduras, resistencia indispensable teniendo en cuenta que hablamos de un dispositivo que utilizarán principalmente deportistas y adeptos a la nunca pulcra vida aventurera. En este sentido, la pulsera resistirá con hidalguía sesiones de atletismo durante un día de lluvia o la transpiración sobre la bicicleta, aunque terminará en el tacho de la basura si un usuario desprevenido decide meterse a la pileta llevándola puesta en su muñeca.
El material que predomina en Band es un plástico de características elásticas que promete ajustarse con eficiencia a la muñeca del usuario. Tal como señala CNET en su repaso, Microsoft subraya la importancia de esta confección puesto que al contar con un sensor de frecuencia cardíaca es necesario que el dispositivo “esté lo más cerca posible de la piel para poder hacer su trabajo”. En este orden, el fabricante ofrece tres diversos tamaños de su flamante pulsera y publica una guía para saber qué medida escoger antes de hacer efectiva la compra del producto. Su broche es magnético.
Es importante mencionar que, como la gran mayoría de los wearables, Band no es un dispositivo de funcionamiento autónomo, siendo necesaria la vinculación a un smartphone para exprimir todos sus beneficios y características. En vista al emparentamiento, la pulsera de Microsoft se vale de tecnología Bluetooth 4.0, la cual es de bajo consumo, fundamental para un equipo que no pasará las horas conectado a la corriente y que también “dormirá” junto al usuario.
Los amantes del lento desempaquetado apreciarán la siguiente mención. En este enlace es posible acceder a un unobxing de Band, emprendido por el sitio PocketNow.
Si bien hemos mencionado que Band no es precisamente un reloj inteligente, sí permite contestar mensajes de texto y llamadas, revisar la casilla de correo electrónico, sincronizar el calendario y activar notificaciones de Twitter, Facebook y Facebook Messenger, entre otras aplicaciones móviles. Aquellas funciones aparecen en la breve pantalla con el ya clásico esquema de mosaicos presente en el ecosistema Windows. También entrega informaciones relativas al pronóstico meteorológico, finanzas, etc., similares a las que podemos ver en Windows Phone.
De la mano de Band, Microsoft presentó Healt, una aplicación destinada al monitoreo de la salud física y la actividad física, vinculando la pulsera con dispositivos Windows Phone, iOS y Android. En este punto es interesante notar que los de Redmond emprendieron una estrategia de apertura. En el caso de los androides requiere la versión 4.3 o superior, 7.1 o superior para los dispositivos de la manzana. Eso sí: aquellos usuarios de Band que cuenten con un equipo corriendo con Windows Phone 8.1 (la más reciente versión del sistema operativo móvil de Microsoft) podrán añadir a la oferta los encantos de Cortana, el asistente de voz de funcionamiento similar a Siri de Apple o Google Now. Al momento sólo es compatible con idioma inglés, aunque se espera su expansión en el futuro cercano. Apertura, aunque beneficios para los usuarios más fieles al entono: ellos podrán hablarle a la pulsera para dar rienda suelta a una funcionalidad que hasta hace no mucho parecía un asunto restringido a la ciencia ficción.

Volviendo a enfocar el prisma en Microsoft Healt, se trata de una completa app (Microsoft la describe como “un completo servicio en la nube”) que almacena y muestra con gráficos de simple lectura toda la información que recoge Band. Los datos que le interesan: calorías, pasos, ritmo cardíaco e incluso métricas vinculadas a los hábitos y calidad de sueño del usuario. Además de su mero carácter informativo, esta herramienta permite que el usuario establezca metas y retos personales.
Tal como se advierte en el video promocional que aparece al pie de este párrafo, Microsoft propone que la pantalla del dispositivo también pueda ser colocada en el antebrazo y consultada con solo voltear la mano. La idea más subrayada por el fabricante: dejar el smartphone en el bolsillo y no “perder” ciertos encantos de la vida diaria chequeando la pantalla del mismo.
Una funcionalidad poco promocionada para Band, aunque muy prometedora, es su capacidad para realizar pagos. La propuesta es similar a la de Google Wallet o la recientemente presentada plataforma Apple Play. Al momento, Microsoft solamente dio cuenta de una sociedad con la cadena de cafetería Starbucks, permitiendo pagar la cuenta mediante un simple escaneo de la pulsera. En este enlace es posible conocer más detalles de esta utilidad solamente disponible en las sucursales en territorio estadounidense, aunque bien podría derribar fronteras y añadir nuevas sociedades. No es descabellado anticipar que pronto asistiremos a novedades sobre las capacidades de Band para realizar pagos, difusión que entregará nuevos bríos a esta pulsera y la llevará más allá de la estricta esfera del monitoreo de la salud y el fitness.
Su recorrido comercial
Microsoft Band se vende en Estados Unidos a un valor de 199 dólares. Según informó el sitio Windows Central, Microsoft ya ha vendido 5 mil unidades de su wearable a poco de su lanzamiento en aquel mercado. La temporada de ventas navideñas, la más álgida del calendario, será un fiel termómetro del futuro que le espera a este producto con el cual Microsoft pisa un sector que hasta ahora le era desconocido.
