El sencillo acto de abrir el empaque de un producto tecnológico se ha convertido en una gesta que cuenta con sitios especializados y miles de espectadores. Los aficionados a esta tendencia hablan de un movimiento cautivador con manifiestas evocaciones a la sexualidad. Repasamos los hitos del unboxing, los mejores exponentes de esta sensualidad con aires tecnológicos y la divulgación de algunos casos verdaderamente curiosos.
El aullido de abuela, “¡rompé el papel de ese regalo!”, refiriendo a una tradición que afirma que despreciar presurosos la salud de los mononos envoltorios se traduce indefectiblemente en buena fortuna, se opone diametralmente a la naturaleza del unboxing, el término en idioma inglés que define al movimiento más sexy de la tecnología. El hábito consiste en el meticuloso desempaque de un producto recién llegado a las manos de un comprador, con especial fama entre los usuarios y amantes de la tecnología. En la olla aparecen ingredientes propios del fetichismo, ánimos de niño ansioso en los días previos a su cumpleaños y atención plena a la actualización del mercado; siendo los smartphones y las consolas de videojuegos los mejores bailarines de este striptease.
“La analogía puede realizarse con el acto de desnudar a una mujer, o a un hombre, según el caso”, señalan en el sitio Test Freaks en un repaso relativo al unboxing. “Dedicamos un buen tiempo a ello, examinamos el cuerpo por fuera acariciando la caja, luego damos una mirada más cercana observando todo lo que hay para observar. Entonces llega el momento de abrirla, lenta y cuidadosamente deshacer las solapas de la caja para revelar el premio que nos espera en el interior, lo que hemos estado esperando sin resistir el aliento”, explican con ánimo especular.
La gran mayoría de estos desnudos se realizan en la intimidad y, en tanto, permanecen en el puro anonimato. Sin embargo, son cada vez más los desempaques que son filmados y subidos a YouTube y plataformas afines. La siguiente es una rápida muestra de su popularidad: la búsqueda del término “unboxing” en Google arroja casi 39 millones de resultados, muy poco si se compara con los más de 2 mil millones que resultan de “iPhone”, aunque una cifra suficiente para dar cuenta de un hábito profuso en la órbita online.
Como veremos en este repaso, no se trata solamente de contenido provisto por usuarios particulares; los propios fabricantes también publican el unboxing de sus productos más flamantes, a sabiendas de los miles que se interesan en aquella parsimoniosa sensualidad del desprendimiento de los elementos que esconde la caja, con los brillos del mismísimo dispositivo y sin despreciar los conectores, los manuales de uso y demás integrantes de la oferta. Además, los sitios especializados del sector se han sumado a esta tendencia, publicando los unboxings de los lanzamientos más fresquitos, incluso batallando por ser los primeros en mostrar al mundo la forma en que estos se desnudan. Por si fuera poco, hay quienes ganan dinero publicando estos videos.
La fuente antes mencionada advierte que los resultados suelen ser decepcionantes por un simple hecho: rara vez los productos cumplen con las brillos prometidos en las publicidades y, sobre todo, no llegan siquiera a empatar las ilusiones forjadas en la cándida expectación del geek. En este punto (en el desencanto de la consumación) no me animo a establecer paralelismos con la sexualidad humana, que tanto abundan en esta práctica.
Los más célebres (y los más curiosos)
En términos concretos, es imposible dar con la primera vez en la cual un hombre o una mujer descorrieron los velos que les separaban de una novedad: una investigación de este orden nos llevaría a tiempos en los cuales la humanidad ni siquiera imaginó un dispositivo que, cabiendo en la palma de una mano, permita comunicarse en un abrir y cerrar de ojos con el vecino de la esquina o con el otro hemisferio del mundo. Sin embargo, en el estricto terreno del unboxing que se filma y comparte en la Web existen algunos mojones a los cuales bien les cabe el mote de pioneros. Uno de ellos es el desempaque de una consola PS3 de Sony a cargo del usuario CheapyD. El video en YouTube (el cual agregamos al pie de este párrafo) data del año 2006 y muestra al feliz usuario recibiendo la consola de Sony dentro de una caja con el sello de Amazon Japón. En la descripción del contenido, CheapyD ostenta que el video apareció en la portada del célebre The Wall Street Journal, refiriendo a este artículo.
El de CheapyD pasó a la fama y se ha convertido en un paradigma del unboxing, aunque más longevo es el siguiente, el cual tiene como protagonista al teléfono Nokia E61. El mismo había sido publicado a mediados de 2006 en Unbox.it, sitio que en la actualidad aparece fuera de servicio. El video incluye un término elocuente en estas arenas: habla de una “ceremonia”.
En el antes mencionado artículo publicado por The Wall Street Journal, un ejecutivo del área de comunicación y marketing de Nintendo confesó desconocer la tendencia. Hoy el unboxing es un movimiento integrado en las campañas promocionales que llevan adelante las compañías. A continuación, algunos botones de muestra: el desempaque oficial de Galaxy Note 4, equipo que Samsung presentó en IFA 2014; el turno de Wii U, la consola de Nintendo, a cargo del mismísimo Satoru Iwata, presidente de la firma japonesa, vistiendo elegantes guantes blancos; y el caso de Xbox One, video que supera los 3.5 millones de visitas.
Como hemos mencionado, el hábito cuenta con algunos sitios especializados en la materia, como unboxing.com, el cual pertenece al medio Gear Live. Con el primer paso emprendido en 2006 (año que, según hemos visto, aparece como el trampolín del unboxing), en su portada ahora proliferan desempaques de los nuevos iPhone que presentó recientemente Apple, de los tantos smartphones que vieron la luz recientemente y otros equipos electrónicos, aunque sus actividades no se restringen a la escena móvil o informática, particularmente. Por caso, es posible ver el striptease de una cafetera express o el de algunos dispositivos domóticos que comienzan a hacer pie en el mercado. Todo ello, sin dejar de considerar que las propias compañías, sin decirlo, puedan acercar alguna amable retribución a los responsables del sitio para que emprendan un “desinteresado desempaque” que, con suerte, se convertirá en un asunto viral.
En diálogo con Test Freaks, Andru Edwards de unboxing.com dijo que una de las posibles explicaciones para el éxito de este hábito es que muchos usuarios se valen de estos videos y de la completa información que entregan para decidir la compra de un producto. Las consideraciones generales coinciden en la memoria emotiva: el unboxing recuerda a los regalos que recibimos en la infancia. De aquello da cuenta el éxito que los desempaques filmados también cosechan en el segmento de los juguetes.
Regresando al mercado tecnológico, en el listado también aparecen sitios como Just Unboxing, además de la incursión en este ámbito de publicaciones renombradas en el sector tecnológico como Engadget, The Verge, Phone Arena y Gizmodo, entre otros. En el medio local es posible ser testigo de los desempaques emprendidos por el sitio TN y otros realizados por el sitio nacional Cultura Geek.
El profuso ámbito del unboxing también exhibe algunos casos curiosos. En este filón asoma su rostro el desempaque de un Xperia Z3 de Sony realizado debajo del agua. El escenario es propicio puesto que aquel equipo del fabricante nipón llega con capacidades waterproof aunque, tal como anota el sitio UnoCero.com, el resto de los componentes de la caja no ha corrido la misma suerte que el dispositivo. Además, ¡el hábito acoge uboxings de reptiles o motosierras!
Desnudo y negocio
Lo hemos dicho: los desempaques no son un asunto exclusivo de la tecnología, aunque ésta acapara la escena. Lo cierto es que el fenómeno se ha convertido en un verdadero negocio. Según divulgó la cadena CNN cada mil visitas que recibe un video se gana entre 2 y 4 dólares. La ecuación es simple, teniendo en cuenta que algunos ejemplares en estas arenas cosechan más de 40 millones de visitas, como los videos que muestran los juguetes que esconden los famosos huevos Kinder. Aquí un ejemplo para aquel lector que se sorprende frente a esta noticia.
A pesar de su popularidad -y de la evidencia del negocio detrás de cada desempaque- a algunos puede resultar abrumador, aburrido y tedioso un video filmado en forma amateur que no muestra más que unas manos desplegando un nuevo producto sobre una mesa y una voz parsimoniosa narrando las apariciones. El video que cierra este repaso se burla del unboxing, endiosando hasta el hartazgo cada uno de los componentes de la caja, incluso las bolsas de plástico y los alambres que sostienen los cables. Una verdadera joya que, con tono humorístico, también se ha convertido en viral: supera el millón de visitas.