No se imaginan en otro lugar en el mundo. Ni haciendo nada que no tenga que ver con esto que hacen hoy. La vocación más pura. Varón Fernández fue amigo de Claudio Pocho Lepratti, trabajaron juntos en el barrio Ludueña y hoy él junto a su familia y amigos mantiene ese legado vivo. El Bodegón Cultural Casa de Pocho es la casa de todos y personifica literalmente la gran familia. Un espacio de contención para los “pibes”, que siempre está lleno de gente que entra y sale, que sueña, que se divierte, que aprende a valorar eso, la familia que son.
La Casa, como la llama (y siente) Varón, está ubicada en la zona oeste de Rosario, en Gorriti 5559. Cuenta que esa era la casa donde vivía Pocho antes que fuera asesinado en 2001 y que luego la familia se la cedió para seguir con las actividades que venían haciendo con él. Esto fue en 2002, en aquel momento la casa no estaba preparada para tantas tareas. Fue por eso que desde entonces comenzaron a realizar distintas obras estructurales.
El bodegón fue y es un lugar de contención social. “La casa de Pocho es un espacio del barrio para cualquiera que necesite hacer algo, o para que los chicos estén ocupados, pintando, haciendo cosas, la casa es eso. Por eso funcionan tantas cosas”, relata Varón Fernández. Y al mismo tiempo aseguró: “Creemos que el tema de la violencia se resuelve por otro lado, no es tan difícil. Si el Estado invirtiera en espacios sociales, en los clubes, en organizaciones y demás, esto se resuelve”. Y la expresión “el Bodegón funciona como una casa, como la casa de todos” es la mejor manera de dar a entender lo que para ellos significa. “Ojalá nos diera más el tiempo para hacer más cosas con los pibes. Nos parece que no es tan rebuscado”, confiesa.
Y quien pasa por allí puede ver la casa siempre llena de chicos. Y la sencillez la demuestra aclarando que la construcción no está sólo vinculada a levantar una pared de ladrillos sino “con la construcción de todo lo que abarca la casa”, de saber con quién te juntas con quién no, con quién discutis un tema o no. “La casa le decimos porque queremos que siga funcionando con esa dinámica. Esta bueno eso. Entra un chico y le enseñamos que eso es de él y lo educamos para que lo cuide. Todo se organiza, desde compartir un mate, no sólo desde lo social o lo político. La gente tiene ganas de hacer otras cosas y si abrís las puertas eso pasa. Todo los condimentos sirven pero como los valores humanos, la solidaridad, el poder compartir un espacio, tener las puertas abiertas”, expresó.
Construyendo con grandes
Mientras Pocho vivía en esa casa, ese era el punto de encuentro donde entre mates y guitarreadas planificaban las cosas que se harían. Desde que ya no estuvo, se necesitaban elementos y materiales de construcción y para poder acceder a eso realizaron en 2009, con la presencia y la colaboración de León Gieco, un festival para recaudar fondos.
Otro de los grandes eventos que tiene el barrio es el tradicional carnaval donde todas las organizaciones que trabajan en la zona muestran sus producciones de todo el año. La plaza de de Ludueña se viste de fiesta durante varios días con música en vivo, juegos y vecinos. También cuentan con la murga del barrio, el taller, la banda de rock que se llama La Pocilga. En el Bodegón hay talleres de cine, de radio, una revista barrial y están trabajando con proyectos de emprendimientos textiles. Varón explicó que muchas organizaciones nacieron a partir de la violencia, entonces se organizan cuestiones para ver “cómo caminar juntos”.
Sobre el financiamiento del lugar, un detalle no menor para un espacio cultural con la cantidad de cosas que se organizan y con la popularidad que tiene, contó que no reciben ningún fondo de nadie y que lo sostienen económicamente entre ellos, los que participan y están al frente del bodegón. “Nadie nos da nada. En el carnaval, la plata que se recluta en esos tres días, la utilizamos para comprar después elementos o instrumentos u otras cosas que se necesitan. Este año por ejemplo compramos instrumentos para el taller de percusión. Eso fue lo que hicimos en 2009 cuando hicimos el recital de León Gieco eso nos dio mucho margen para hacer obras por ejemplo”, detalló Fernández.
La casa, su lugar
“No nos imaginamos haciendo otra cosa. Tenemos un montón de compañeros que pasaron por la Casa de Pocho y hoy están haciendo otras tareas. Pero los que hasta hoy seguimos, no nos vemos haciendo otra cosa que no sea esta por varias cuestiones. Primero porque la casa de Pocho encierra una mística que nos permite crecer, que nos da a luz cosas nuevas y que nos deja seguir sosteniendo nuestro modo de vida, nuestra posición política de las cosas. No creo que haya otro lugar en el mundo que podamos estar desde el compromiso que uno tiene en su lugar de origen con sus hermanos o vecinos”.
El domingo 18 de mayo harán una polleada en el Club Libertad de la que participará el cantautor Rally Barrionuevo. Allí se mostrarán diferentes producciones de las organizaciones y talleres del barrio. Con lo que se recaude de las entradas, juntarán fondos para terminar la radio, que será sala de ensayo, y la biblioteca que están construyendo en el primer piso de la Casa de Pocho. Ante este proyecto, es que los miembros de la Casa solicitan que quienes tengan muebles o elementos aptos para estas dos instalaciones (radio y biblioteca) puedan colaborar contactándolos. “Lo que queremos es que la gente que nos pueda donar algo también pueda acercarse a conocer el lugar, a charlar con la gente del barrio”, pidió Varón.
Fundación: Casa de Pocho
Facebook: Bodegon CCde Pocho Ludueña