Los Nazis regresan para tratar de conquistar el planeta pero nosotros le hicimos frente en nuestra Playstation 4.
Los FPS (juegos de acción en primera persona, por sus siglas en ingles), no solo son uno de los rubros más populares dentro de los gamers más puristas sino también uno de los más antiguos. Quizás les parezca que estos juegos de acción frenética nacieron de la mano de los Call of Duty o Medals of Honor. No es así.
Muchos recordarán a clásicos del rubro como Doom o hasta el mismísimo Duke Nukem de la década de 1990. Aquellos títulos no solo instauraron la idea de un género que no para de reinventarse, sino que dio el puntapié inicial para que muchas compañías desarrolladoras se animen a ingresar por la puerta grande en este nuevo mercado de la acción en primera persona.
Cuando parece que no podemos ir más atrás, nos encontramos justamente con el padre de todos los juegos que hemos nombrado en los párrafos anteriores. Wolfestein fue el primer FPS de la historia con un título lanzado a principios de los noventa y que llevaba por nombre Wolfenstein 3D. Luego de tomarse un buen descanso, la saga regresó en 2001 con Return to Castle Wolfenstein aprovechando el empujón y el motor gráfico de Quake 3. Luego del spin off Enemy Territory y un lanzamiento exclusivo para PS3 y Xbox 360, llegamos al año 2014 donde nos encontramos nuevamente con una flamante entrega que se lleva un título que sugiere un reboot de la saga: The New Order.
Todas las manos todas
Lo interesante de Wolfenstein The New Order es que está disponible para todas las plataformas actuales. El juego puede ser adquirido para PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox 360, Xbox One y Microsoft Windows.

Como pueden apreciar aun nos encontramos en un limbo transgeneracional en donde el gran apego a las “viejas” consolas termina por complicar el despegue de la nueva generación. El problema no es de las consolas en sí, sino de los desarrolladores que tratan de maximizar las ganancias trabajando poco en las adaptaciones de los juegos de nueva generación. Así nos encontramos con un Wolfenstein que luce casi igual (salvo algunos detalles con el trabajo de luces) en PS3 y PS4. El trabajo ideal para sacar el máximo provecho de las nuevas consolas se notaría si se hubiesen desarrollados dos juegos: uno para la antigua generación de consolas y otro para la nueva; una gran materia pendiente si las hay.
Aguante el Eje!
La historia en el nuevo Wolfenstein no es como rezan los libros de historia. Todo comienza con una historia alternativa en la Europa de 1960 en un mundo en donde los Nazis ganaron la segunda guerra mundial, la historia en single-player trata de «B.J.» Blazkowicz y su esfuerzo por evitar que los Nazis gobiernen el mundo entero, tarea difícil si las hay. Todo se complica por una simple razón: no solo deberemos lidiar con humanos y perros sumamente entrenados, sino que los Nazis son expertos en el desarrollo de nuevas tecnologías por lo que los escenarios estarán plagados de robots, naves, perros robots y soldados con exoesqueletos que resultan más duros que el pan de la semana pasada. En medio de esta auténtica pesadilla B.J. Blazkowicz, el protagonista de la aventura, se levanta en medio del desastre tras años en coma. Así comienza el nuevo Wolfenstein, con un orden que deberemos derribar a punta de pistola, claro.


Dale PLAY!
Cuando comenzamos y al finalizar las cinemáticas que ofician de presentación, nos encontraremos en un avión en un escenario muy simple que oficiará de tutorial y que nos permitirá hacernos con los controles del juego. Es evidente que a esta altura esto es innecesario, pero en Plasytation 4 no viene nada mal, sobre todo para saber a ciencia cierta cómo utilizar las diversas opciones del DualShock 4.
Lo interesante es que este nuevo Wolfenstein no viene a renovar un género plagado de propuesta, por el contrario es simple y efectivo: Hay que disparar y derrotar a los malos, lo único que varía con respecto a otros FPS es su dificultad. En nuestras pruebas elegimos las diferentes opciones disponibles y las últimas dos se tratan de morir en cada intento para respawnear y volver a intentarlo, resultando ideal para jugadores experimentados y con nervios de acero. Lo bueno es que el grado de dificultad puede cambiarse sobre la marcha, pudiendo bajar la intensidad de la misma en cualquier momento.
Para enfrentar a toda horda Nazi tendremos disponible un interesante arsenal. Dentro de las armas se destacan las pistolas con silenciadores, metralletas, shotguns y hasta un rifle láser que nos servirá para cortar tejido y abrirnos camino en los mapas. También tendremos la posibilidad de lanzar cuchillos y granadas de mano, estas últimas escasean bastante y es propicio reservarla para los jefes finales de cada nivel que son bastante complicados de destruir.
Las municiones no abundan en los mapas pero alcanzan si las sabemos racionar, lo malo de su implementación es que deberemos presionar el botón del cuadrado para tomar objetos (y municiones) lo que se vuelve denso a los pocos minutos de comenzada la aventura; hubiese estado bien recolectar objetos con solo pasar sobre ellos.
Mapas, enemigos y jefes
Como decíamos antes, los mapas son amplios y se disfrutan mucho cuando las confrontaciones suceden en el exterior, aunque hacerse paso por los estrechos pasillos también tiene lo suyo. En el interior de los edificios sacaremos provecho de dos elementos bélicos: la shotgun dada la proximidad de los enemigos y las granadas de mano aprovechando la onda expansiva de las mismas. Por otro lado, en territorio abierto las ametralladoras resultan excelentes aliadas.
Es importante destacar que no todo se trata de correr y disparar, muchas veces deberemos hacernos paso en forma sigilosa matando enemigos por detrás y utilizando solo el cuchillo, un ingrediente interesante dentro de la frenética acción que propone el título.

Los enemigos están muy bien equilibrados siendo los más complicados los perros robots que nos ponen contra la pared y se abalanzan sobre nosotros disparando los nervios. Muchas veces la única opción que queda es ocultarse o correr para escapar del asedio, es evidente que no podremos enfrentar a 40 soldados en campo abierto, por lo que lo mejor es ocultarse y eliminarlos uno por uno.
Definitivamente no podemos terminar con este apartado sin nombrar a los jefes finales: ¡son lo mejor del juego! Wolfenstein propone una gran variedad de jefes finales que muestran lo bien aceitada que está la maquinaria Nazi. Muchos de ellos serán difíciles de vencer y a cada uno deberemos atacarlo con una estrategia diferente. No basta con correr de frente y disparando porque caeremos rendidos a los pocos metros; aquí es conveniente tomar distancia y utilizar armas de grueso calibre como las granadas de mano, grandes aliadas en la lucha contra los Nazis.
Técnicamente hablando
La nueva entrega de Wolfenstein fue creada por MachineGames y publicada por Bethesda Softworks. Para su desarrollo fue utilizado el engine gráfico Id Tech 5 de ID Software, un motor que ya se utilizó en el juego Rage.


Desde el punto de vista gráfico el juego cumple. Lo primero que notamos es que el motor utilizado es algo antiguo y no logra hacerle mella a otras propuestas para la PS4 como el Killzone Shadow Fall o el inFamous Second Son (nuestra review en este enlace). De cualquier manera todo se desenvuelve con gran fluidez y se vivencian interesantes secuencias cuando nos encontramos en escenarios abiertos plagados de explosiones y efectos de luces. En cambio, cuando estamos recorriendo pasillos y ascensores, los detalles parecen no satisfacer el ojo entrenado de quienes pasan algunas horas con las nuevas consolas.

Por otro lado el sonido merece una nota aparte, acompaña de la mejor manera todo el tiempo y, tanto las voces como el disparo de las diferentes armas del arsenal disponible están muy bien representados. Otro acierto importante son las cinemáticas. Estas no solo son las encargadas de tejer la historia en el juego sino que ofician como intermediarias para unir las secuencias de acción y los cambios de escenarios. Aquí es donde los personajes cobran vida ya que para realizar los cortos de video se utilizó una técnica híper realista que ofrece un espectáculo visual increíble al disfrutarlas.
En conclusión
Esta nueva entrega de Wolfenstein es súper recomendada para los amantes de la acción frenética y sin pausa. Si bien el juego podría lucir mejor en las consolas de nueva generación, los efectos de luces equilibran un poco el aspecto técnico y su jugabilidad hacen que el titulo se disfrute de punta a punta.
[dropcap_yellow]Puntaje: 7.5/10[/dropcap_yellow]