Los programas de aceleración se han popularizado durante este último tiempo dandole financiación y recursos al desarrollo de nuevas ideas. Pero que esas empresas inversoras pongan el ojo en tu proyecto no es nada fácil. En este artículo conoce qué no puede faltar a la hora de presentar tu startup a una aceleradora.
Las buenas ideas abundan, sólo hay que saber dónde, cuándo, cómo y a quiénes mostrárselas. Podría decirse que es la llave para ejecutar un proyecto, crear el prototipo y verlo crecer. Nunca fue fácil para ningún emprededor lograr la cima del éxito, sin embargo, desde hace un poco más de una década existe un mediador que se ocupa de que las mejores ideas logren sus objetivos, se trata de las aceleradoras.
Todo emprendimiento necesita de un apoyo, no sólo económico, para ponerlo en funcionamiento. Algunos proyectos cuentan con un padrino, otros con un equipo de asesores y, últimamente gran parte de los nuevos negocios, ven la luz comercial tras recibir el impulso de una aceleradora. Estas no son, ni más ni menos, que programas de incentivo que sacan a las pequeñas empresas de su silenciosa rutina y, mediante técnicas ágiles, convierten una buena idea en un hecho.
¿Cuál es el principal requisito para que una aceleradora ponga el ojo sobre tu proyecto? Que sea una buena idea. Para que la misma logre encauzarse hacia el éxito, el programa destinará un programa mentoring, por el cual un mentor “ayuda al profesional a desarrollar las capacidades más acordes con su potencial y a conseguir, con sus comportamientos, aunar conocimientos y habilidades con otros clegas para satisfacer los requierimientos globales de la empresa”, dice un artículo de la Universdad de Deusto al respecto de este novedoso rol que emerge de este tipo de propuestas.
Para las aceleradoras, la ayuda no es simplemente optimista, sino que tiene como objetivo beneficiarse de alguna manera con la empresa que saca al mercado, por lo tanto, no cualquier idea al azar será aceptada por un programa de este tipo. En este sentido, es sabido que sólo el 7% de los proyectos presentados es aceptado para evaluación, y sólo el 1% logra su lugar en el mercado. Una aceleradora que acumule un buen cúmulo de startups exitosas ganará en porcentaje prestigio y posicionamiento en el mercado.
Veamos el caso de Y Combinator, se trata de una de las primeras aceleradoras que nació en el año 2005 de la mano de Paul Graham en Cambridge Mass. Pronto entendió que la cuna de las startups estaba en San Francisco y se mudaron a Silicon Valley, en donde se encontraron con propuestas como Dropbox o Airbnb.
Tras su aparición, nacieron otras como TechStars, en el 2006, y Seedcamp, en el 2007. Poco tiempo después, Europa también comenzó a generar programas de aceleración de empresas, al tiempo que el universo de startups crecía infinitamente. En la actualidad, y sólo en España, conviven unas 467 aceleradoras e incubadoras.
Pero no todas las buenas ideas logran permanecer, aún cuando han recibido los tres pilares que las aceleradoras ofrecen: formación, mentoring y asesoramiento personal. Algunas de las propuestas impulsadas queda en el vacío tras el empujón de una aceleradora. Por eso veremos en este artículo cómo captar la atención de estos programas para recibir una importante ayuda, y que además de ello, no mueran las buenas intensiones frente a los primeros fracasos.
¿Qué necesita mi startup?
Si lo que pretendes es que una aceleradora de empresas ponga el ojo en tu startup, aún cuando la cosa no es tan sencilla y que tu proyecto sea más que bueno, entonces toma nota de algunos tips que te ayudarán a pulir el mundo de ideas y prepararte para un sacudón. A menos que hayas creido que una aceleradora toma tu proyecto, y tu sólo te sientas a ver crecer el pasto. ¡A trabajar!
Para que uno de estos programas ponga atención en tu idea, primero que nada, debes dejar bien en claro cuál es el objetivo de tu startup, aún cuando pueda parecerte una obviedad. Los mejores proyectos se desvanecen cuando sus propios ideadores se van por las ramas y ambicionan más de lo que pueden. Entonces aquí una de los segunds tips, si ya sabes de qué va tu startup, pues entonces deja en claro hacia quiénes, es decir, quiénes son tus potenciales clientes y de qué manera te propones conseguirlos. Es menester tener una estrategia de márketing que respalde tus propósitos, si no la tienes, ni te presentes frente a una aceleradora.
Luego viene el momento de hacer números, la aceleradora no lo hará en tu lugar, sino que es necesario que sepas cuánto vas a facturar, y para ello debes deducir un costo de tu producto, un tipo de producción y cuánto dinero gastan tus potenciales clientes en propuestas como la tuya.
Otro dato importante, durante una selección de startups de Y Combinator, se supo que dejaron de lado ideas potencialmente maravillosas sólo porque el equipo que las presentaba estaba conformado por una o dos personas. ¡Atención a ello! Si tienes una buena propuesta búscate un equipo a su medida, con profesionales que apliquen bien a cada rol que necesitás cubrir. Una aceleradora tomará más en cuenta que sepas armar un equipo y contenerlo con la mente en el proyecto.
Finalmente, y como todo lo referente al márketing, “la imagen lo es todo”. Una propuesta bien presentada no requiere de un diseño de imagen apabullante, llamativo o desganado en sí, sino que lo ideal es que tanto el proyecto de startup como su presentación sean tan claros, como atractivos.
Fuente: DonWeb.com