Muchas veces, las decisiones empresariales pueden parecer contradictorias a la situación real de una economía global, inclusive de su propia compañía. Cuando las papas queman, no hay que dejar de invertir, sino que hay que hacerlo de la manera correcta. En la actualidad, se invierte en tecnología para ahorrar en otras áreas.
No todas las empresas saben cuándo invertir en el área correcta, a pesar de ello, cada vez son más las compañías que, aún estando en una situación económica crítica, apuestan sus recursos, fusionan con otras empresas o se endeudan para adquirir softwares oficiales, instalar equipos inteligentes o sistematizar tecnológicamente un área. ¿Cuál es la explicación de gastar a riesgo de quedar en rojo?
En la actualidad, la inversión en recursos tecnológicos no está vista como un gasto, sino que muy por el contrario, si está bien analizado su objetivo, se convierte en la solución ideal para eliminar los puntos de fuga del dinero de una empresa.
Esto es porque muchas firmas están atravesando el proceso de reestructuración tecnológica, algo que sucede a menudo y cada cierta cantidad de ciclos, en donde -dependiendo del rubro de cada empresa- es necesario adquirir nuevos equipos y hasta nuevas metodologías de trabajo.
Esta acción conlleva la decisión de sistematizar desde las funciones cotidianas, como se logra instalando un intercomunicador o Skype, hasta las labores macro de una empresa, como el resguardo de los datos de los clientes y el análisis del mismo.
Sin embargo, la receta del éxito al respecto no es tan sencilla como salir a comprar lo que está de moda. Algo que casi nadie advierte es que es muy necesario hacer un análisis previo de qué áreas requieren una modernización de sus equipos, cuáles son las máquinas necesarias y qué tipo de tecnología es la apropiada desde el punto de vista del desarrollo. En este camino, puede suceder que sea necesario incorporar, incluso, recurso humano especializado, o evaluar la capacitación del existente.
Al respecto, y con motivo de haberse celebrado los 25 años de Microsoft en la Argentina, Diego Bekerman, director general para Argentina y Uruguay dijo durante el evento de conmemoración que existe un “apetito” de las compañías por invertir en soluciones tecnológicas, y que en ocasiones, dicho fenómeno no se puede cumplir, aún existiendo la posibilidad económica de una empresa, por un detalle no menor: la mala o nula conectividad en ciertas regiones.
Internet de oficina
Antes de abordar de lleno el concepto de conectividad, como forma de reducir costos, vamos a comprender lo que entendemos como soluciones tecnológicas para estos fines. Una empresa puede reestructurarse de diferentes maneras, al respecto de una modernización de sus equipos y capacidades laborales:
- Adquiriendo software especializado y capacitando al personal que hará uso del mismo
- Adquiriendo hardware especializado para cada área y capacitando al personal que hará uso del mismo.
- Ofreciendo herramientas móviles a sus empleados.
- Ofreciendo herramientas móviles a sus clientes (aplicaciones, plataforma web, etc.)
Muchas empresas reducen los costos de luz y teléfono con sólo instalar un software libre de mensajería como Skype, sin embargo, sus clientes no cuentan con este alcance tecnológico, o utilizan otro tipo de servicio. Por tanto, es necesario estudiar qué tipo de tecnología requiere nuestra compañía y cómo haremos para implementarla interna y externamente.
También es posible que nuestra página web no esté a la altura de las circunstancias que el ecommerce propicia, pero tampoco la empresa cuenta con un área dedicada a analizar la cantidad de datos que un site puede reunir y cómo podría monetizar esa información, dónde conservarla y cómo sistematizarla.
Visto así, el panorama exige de un gran aliado para el salto hacia una inversión tecnológica y es contar con una buena conexión a Internet.
Una oficina podría funcionar con todos sus empleados conectados desde distintos puntos del mundo, cada uno aplicando a sus funciones, desde una notebook, una tableta o un smartphone. Pero si alguno de ellos no tuviera una buena conexión, muy probablemente retrasaría al resto. Por eso es tan importante localizar la mayor cantidad de acciones en servicios Cloud que, cuando utilizan mucho volumen de información, requieren de una inversión bien pensada.
Una cuestión de datos
El uso de Internet genera un movimiento sorprendente de información desde distintas plataformas y con diferentes variables de utilidad para una empresa. Todos los datos de acciones diarias de una empresa se pueden almacenar para estudiar y analizar procesos, más toda la información que se genera por fuentes web o móviles, también se puede estudiar. Para la consultora Gartner “el 80% del valor agregado a producir en 2020 estará relacionado con la propia capacidad de las empresas de monetizar los datos”.
En este sentido, Bekerman enfatiza que “Esto no refiere a la monetización de los datos privados del consumidor sino a capturar información y volverla productiva”. Además, “las empresas encuentran valor en la inversión en tecnología a medida que advierten un retorno, como por ejemplo cuando una empresa utiliza Skype para que puedan comunicarse empleados radicados en zonas distantes y -de esta manera- se ahorra el costo del traslado y viáticos”, aunque también “Apuestan a la tecnología para conectar mejor con sus clientes y para desarrollar nuevos mercados.”
La inversión en tecnología no es una opción sólo para empresarios arriesgados y pymes con ganas de crecer, sino que las firmas más destacadas del mundo tienen esta filosofía como prioritaria. Sin ir más lejos, el sitio ambito.com destaca que “Bill Gates tiene proyectado crecer un 17% a julio de 2017, con una suba del 100% en el uso de la Nube en las grandes empresas y del 50% en firmas pequeñas y medianas. Actualmente, este servicio representa el 35% del negocio para Microsoft y estiman que llegará al 50% el próximo año.”
Ciertamente, es necesario pulir varias piezas del engranaje para que todo recurso tecnológico sea cada vez más eficiente al objetivo de abaratar costos. Aún con ello, Gartner asegura en su último informe que “En el mundo, las empresas digitales perciben al menos un 26% más de ganancias que firmas que no han hecho esa transformación”.